viernes, 24 de noviembre de 2017

Nigredo 2.0



La esfera de incesante ardor ilumina la verdad.

Allí, nada más que aceptarla.

En las sombras, aún la bestia espanta.

Huye, se revuelca y se niega a ser domada. Por eso muestra los dientes, lanza las garras.

Tiene el coraje, esta vez, de mostrar la panza, de ser vulnerable.

Pero debe esperar. Aprender a no saltar.

El rayo que cae y hiere. La tempestad que azota y duele. Eso ha de evitar.

Calmar sus aguas, domar sus tornados. Serenar su fuego. 

La Luna asoma y la fiera está allí, expectante. Mas, sólo eso.

Su cólera se transmuta en coraje. Su incertidumbre en certeza.

Ha de mostrarse a sí misma que aprende a crecer.

Y continúa en ello.

Esa oscuridad, a punto de ser verdad.

Todo ello, frente al espejo.

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